jueves, 22 de mayo de 2008

La nueva visión de los comités de seguridad y salud laboral en las empresas venezolanas.

Hablar de seguridad e higiene industrial no es un concepto nuevo en empresas de países con mejor estándar de vida de la población (no es el caso latinoamericano), sin embargo, hasta no hace muchos años, este tema era un mito dentro de la industria venezolana. La protección laboral en nuestro país, ha significado un movimiento lento derivado de las condiciones de explotación de modelos de producción que no contemplan el bienestar del trabajador, más privilegian la producción desmesurada de bienes y servicios para la acumulación de riquezas.
Las cifras que arroja el Instituto Nacional de Prevención y Seguridad Laboral INPSASEL, acerca de enfermedades, accidentes y muertes ocupacionales en lo que corresponde a la producción de bienes y servicios, han sido una señal alarmante y preocupante para el Estado venezolano, pues éstas han aumentado significativamente, sobretodo, en los sectores de la construcción, manufactura y el transporte.
A tales efectos, el legislador establece una normativa cuya finalidad es proteger el derecho a la salud y seguridad de los trabajadores en su ambiente de trabajo, e igualmente, establecer sus deberes, normas conducentes a mejorar la calidad de vida dentro y fuera de las empresas, proteger su integridad y garantizar el desarrollo de las funciones derivadas del contrato de trabajo en forma segura y saludable, aspectos igualmente consagrados en la LOT (ley Orgánica del Trabajo) y la propia Constitución venezolana en los artículos 185, 236, 237 y 87 respectivamente. La normativa a la que se hace referencia es la LOPCYMAT (Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo).
La LOPCYMAT, además del área preventiva, comprende otros aspectos como: rehabilitación, reinserción y compensación de trabajadores que hayan sufrido alguna lesión o incluso la muerte en el desempeño de las actividades que constituyen la labor del trabajador derivadas de su oficio o profesión.
Una vez establecida la obligatoriedad de esta ley su cumplimiento es cuestión de tiempo, el trabajador tarda poco en hacer valer sus derechos si es estimulado a hacerlo a través de un ente interventor. Igualmente las empresas deben ponen en marcha planes de seguridad y salud laboral, si no quieren padecer las multas del no cumplimiento de la norma, para lo cual cuentan con la figura de los Comités de seguridad y salud laboral (regulada por el Reglamento de la LOPCYMAT según lo establece el Art. 46).
En un trabajo documentado denominado La nueva visión de los comités de seguridad y salud laboral en las empresas venezolanas, realizado en el año 2007 en la ciudad de Caracas por: María Alejandra Cabeza, María Esther Cabeza y Edwin Corredor, los autores, intentan concientizar al trabajador y al patrono público y privado acerca de la importancia de crear éstos comités y generar conciencia al respecto de la base legal que ampara tanto al sector patronal como obrero, trabajo que cuenta con el análisis de una población de 40 empresas públicas y privadas dentro de las cuales 15 constituyen su muestra. Destacando además, la necesidad de implementar, dentro de la gerencia estratégica, el modo de dar a conocer las bondades de esta ley y su aplicabilidad. La clave es prevenir para no tener que lamentar.
Es bien sabido que muchas de las empresas de éstos sectores, no privilegian los factores higiénicos (estudiados por Herzberg), pues para que el trabajo sea digno no se contemplan sólo aspectos salariales, igual importancia deben tener aspectos relacionados a las condiciones (ambiente físico) bajo las cuales se desarrollan las actividades laborales y del medio ambiente destinado para ello, vemos empleos que tienen que ver con el aseo urbano, la construcción de obras de infraestructura, explotación de minerales, limpieza de alcantarillas, la fábrica de productos manufacturados, en los que privan condiciones de riesgo y daño a la integridad, empleados menores de edad con escasa preparación y con condiciones físicas inadecuadas para el desempeño de ciertas actividades, esto último, lo evidenciamos sobretodo en países subdesarrollados del Asia y sin irnos tan lejos, en los sectores más explotados de nuestra América latina que incluyen el caso venezolano.
Pero, la tendencia y el deseo de cambio de esta realidad por parte del Estado, demandado por sus trabajadores, nos indica la disposición a mejorar el orden actual de las cosas y dar paso al desarrollo de una cultura de trabajo responsable por parte del sector industrial para con sus empleados, el medio ambiente y la nación, pues un trabajador enfermo representa un costo socio-económico no sólo para él y el patrono, sino también para el Estado, de aquí la necesidad de reconocer las enfermedades de origen laboral.
Existe entonces, el firme deseo de conservar y preservar al individuo en la construcción de la economía nacional, lo que se puede evidenciar mediante la reforma de esta ley y de su reglamento, realizada recientemente en el año 2007, luego de casi veinte años de existencia.
La importancia de la creación de estos comités radica en que, a través de ellos, tanto el trabajador como el patrono, tendrán representación y participación en la toma de decisiones en materia de seguridad y salud, mediante la figura de los delegados, quienes serán trabajadores capacitados para tal fin, y que van a jugar un papel protagónico en esta nueva cultura de protección laboral y en la planificación, supervisión, inspección, control e implementación de proyectos, cuyos planes, esten basados en la creación y el manejo de normas seguras e higiénicas (salud y medicina preventiva) para el trabajo administrativo y operativo, el entrenamiento adecuado en el uso y manejo de los equipos y materiales de trabajo y de protección personal; información ésta que permita canalizar la acción preventiva dentro de la organización, siempre en busca de proteger la integridad y la dignidad del trabajador y de fortalecer los lazos de confianza y compromiso que nacen en la relación de trabajo.

3er . Informe de la Unidad Curricular: Marco Legal y Laboral
Maestría de Gerencia en Recursos Humanos - UNEFA
Lcda. Ximena T. Cifuentes Tolosa

lunes, 12 de mayo de 2008

Paradigmas productivos y mercado de trabajo.

El ser humano en la constante búsqueda por lograr satisfacer las crecientes necesidades de consumo y sobretodo, alentadas por los sistemas capitalistas, se plantea nuevos retos en cuanto a los sistemas de producción y servicios que se reflejan en grandes impactos en su estilo de vida.
Los avances tecnológicos y el uso de las TIC marcan la pauta en la velocidad del cambio requerido. Dentro del modelo productivo, estas transformaciones son el reflejo de una demanda que reclama un cambio en el modelo actual por otro que esté en armonía con la necesidad de productos y servicios que protejan el hábitat natural, es decir, lo que el consumidor moderno, organizado y responsable exige a la industria a viva voz.
La autora del artículo “Los paradigmas de la producción y su impacto en el mercado laboral” Lcda. Marlene Peñaloza, indica que los cambios de paradigmas productivos inciden de forma directa sobre el mercado de trabajo, las relaciones de trabajo y las capacidades de la fuerza de trabajo.
De esta forma, la autora distingue dos tipos de paradigmas de producción: el Modelo de producción en serie o en masa cuya base es el sistema taylofordista (caracterizado por la ejecución de tareas simples y repetitivas de poca responsabilidad, creatividad y mucha supervisión) y el Modelo de producción flexible del que señala como rasgo fundamental la adaptabilidad a los cambios tecnológicos y la flexibilización en la contratación laboral.
Dentro del modelo de producción en serie, la autora citando a Toffler 1990; Piore y Sabel 1990; indica que cualquier persona sin mayores conocimientos y/o entrenamiento podía manejar la técnica y aplicarla en la realización de tareas, lo que luego, originaría que estas tareas fueran realizadas por máquinas y desde luego, los consiguientes despidos. Esta mecanización aumentó los volúmenes de producción de bienes estandarizados q le abarataban a las empresas sus costos de producción.
De acuerdo con esta afirmación, las máquinas comienzan a reemplazar al ser humano, originándose movimientos sociales de trabajadores organizados en sindicatos que pudiesen representar sus intereses, exigiendo protección por parte del Estado, obligando a las empresas a reorganizarse y modificar las relaciones laborales entre patronos y trabajadores.
Posterior a esto, la autora hace mención del nuevo paradigma, el modelo de producción flexible, impulsado por la complejidad de los cambios en cuanto a avances tecnológicos y que en el aspecto laboral reclama a un personal especializado, capacitado y más comprometido con la organización, lo que según mi opinión eleva su categoría de factor productivo a capital de trabajo.
Más, sin embargo, Peñaloza señala algunos efectos socio-económicos negativos de éste modelo, como son el desempleo y la inflación, debidos a la necesidad de contar con personal cualificado, adaptable a los cambios, flexible y creativo, expulsando a los menos dotados de estas cualidades. Al respecto, la autora cita a Urquijo, 2001; quien señala la necesidad del aprendizaje permanente de la mano con los avances tecnológicos que de otra forma reemplazarían al obrero menos calificado, y de igual manera, cita a Sennet, 2000; quien se refiere al trabajador con trabajo flexible como alguien sin rumbo, inseguro, en constante movimiento, desconfiado y poco comprometido, los cuales según mi opinión son antivalores desarrollados por un sistema de competencia salvaje, en el cual, las condiciones laborales son desiguales y muchas veces excluyentes.
En Venezuela, Peñaloza, indica que el parque industrial lo conforman empresas privadas, estadales y multinacionales extranjeras cuyos modelos productivos se asemejan al taylofordista, lo que ha significado un paso lento de cambio al modelo de producción flexible y también el éxodo de la fuerza de trabajo especializada al exterior en busca de mejores oportunidades y el posterior crecimiento de la economía informal, para el caso de los menos calificados. Acota también, que la creciente industria petrolera, es la que marca la pauta en materia de protección laboral originando la promulgación de leyes más completas y extensas en materia de seguridad e higiene y regula las relaciones obrero-patronales, que en la última década han impuesto reformas conducentes a mejorar las condiciones de trabajo, a través del establecimiento de horarios más flexibles y mayores costos al patrono por concepto de despidos injustificados, por mencionar algunas.
De todo este tema, se desprende que el avance tecnológico debe ir de la mano con las necesidades de los seres humanos y no debe ser ésta la que determine nuestro modo de vida. La exigencia tecnológica a mi modo de ver es situacional y espacial, depende del estilo de vida de un grupo social y cultural, por ello hay que considerar que de nada sirve la sustitución de un modelo productivo por otro si representa un alto costo social, la relación con el avance tecnológico no debe ser una relación amor-odio, sino una herramienta necesaria para mejorar nuestro sistema y calidad de vida, aplicable en un modelo de producción que promueva el desarrollo de las capacidades del individuo dentro y fuera de las instituciones laborales, que una pueblos, expanda horizontes y nos reconcilie con la naturaleza.

2do. Informe de la Unidad Curricular: Marco Legal y Laboral
Maestría de Gerencia en Recursos Humanos - UNEFA
Lcda. Ximena T. Cifuentes Tolosa

domingo, 11 de mayo de 2008

¡¡¡Feliz día de las Madres!!!

¡¡¡FELICIDADES A LAS MADRES DE TODO EL MUNDO!!!
y que este día este cargado de cariño y de mimos como todos los días del año.

Poema Madre Mía
De Gabriela Mistral

Madre, madre, tu me besas,
pero yo te beso mas.
Como el agua en los cristales,
caen mis besos en tu faz...
Te he besado tanto,
tantoque de mí cubierta estás
y el enjambre de mis besos
no te deja ni mirar...
Si la abeja se entra al lirio,
no se siente su aletear:
Cuando tú, a tu hijito escondes
no se le oye el respirar...
Yo te miro, yo te miro
sin cansarme de mirar,
y que lindo niño veo
a tus ojos asomar...
el estanque copia todo
lo que tu mirando estás;
Pero tú en los ojos copias
a tu niño y nada más.
Los ojitos que me diste
yo los tengo que gastar
en seguirte por los valles,
por el cielo y por el mar...

A mi madre Lucía con muchísimo amor. .

martes, 6 de mayo de 2008

Comentarios al análisis "Determinantes Estructurales de la Sobreeplotación del trabajo femenino en Venezuela"

El estudio realizado por la autora del artículo Determinantes Estructurales de la Sobreeplotación del trabajo femenino en Venezuela (Leticia Barrios Graziani - leticiabarrios@hotmail.com), involucra aspectos relacionados con las políticas económicas propias de las sociedades periféricas (marginales) y aspectos relacionados con el Género. Se hace necesario entender que esta sobreexplotación obedece a aspectos relacionados con la discriminación y la división sexual del trabajo y las consiguientes desigualdades. Sin embargo, para apoyar éste análisis se debe establecer un concepto previo sobre lo que involucra el Enfoque de Género en la actualidad, así, el género obedece a diferencias de carácter social y cultural entre hombres y mujeres susceptibles de variar a través de las épocas, las sociedades y las culturas. El Enfoque de Género alude a la relación dialéctica no sólo entre los sexos y, por lo tanto, no sólo al estudio de la mujer y lo femenino, sino de hombres y mujeres, de niños y ancianos, etc., en sus relaciones e intercambios sociales (Delgado 2006).

La autora establece tres (3) vías para la acumulación del capital en las que destaca: Intensificación del trabajo, Prolongación de la jornada de trabajo y expropiación del tiempo al obrero para reponerse; originando una forma de producción extensiva e intensiva de la fuerza de trabajo.

La sobreexplotación del trabajo femenino (la vertiente marxista la define como la desvalorización real de la fuerza de trabajo y producción de plusvalía) se manifiesta en fuertes desventajas en su condición laboral, acompañada de procesos de segregación, discriminación y exclusión. En la era neoliberal, Venezuela ve afectada la calidad del empleo, disminución del poder adquisitivo y crecimiento de la economía informal como forma de subsistencia (autogeneración de empleo) y la ocupación de trabajos parciales mal remunerados. Otro factor que contribuye a la sobreexplotación se debe al proceso de flexibilización del aparato productivo capitalista que en busca de aumentar la tasa de ganancia deteriora las condiciones de trabajo y los convenios colectivos, desvalorizando la mano de obra femenina que percibe la mitad de lo que un trabajador hombre. Entre los años 90 y 98 la desocupación femenina duplica a la masculina, debiendo optar por la economía informal con la precariedad de las condiciones inherentes a ésta.

En este sentido, la participación de la mujer en el medio laboral experimenta un aumento debido a la búsqueda de fuentes de ingreso (Datos: 1999-2000), sin embargo, la oferta supera su demanda.

En conclusión, estos problemas inmersos en el mercado laboral venezolano, han evidenciado la incapacidad del aparato productivo para absorber y ocupar la mano de obra femenina y, por lo tanto, la necesidad de una redistribución del presupuesto conducente al desarrollo, establecimiento y aplicación de políticas laborales y económicas más solidarias e igualitarias para ambos sexos, que propicien la generación de espacios de encuentro entre las necesidades de todos los miembros de la comunidad con los entes gubernamentales, mejorando de esta manera las relaciones que se establecen entre los individuos de forma equitativa e igualitaria, a través de redes de acción conducentes a mejorar la situación actual, generada por la indiferencia en la aplicación de un enfoque que promueva la igualdad en las relaciones entre hombres y mujeres, el Enfoque de Género.

1er Informe de la unidad curricular: Marco Legal y Laboral.
Maestría de Gerencia en Recursos Humanos - UNEFA.
Lcda. Ximena T. Cifuentes Tolosa - ximetati@gmail.com